Tramo 4 del Tren Maya Revitaliza Zonas Arqueológicas

A través del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas, el tramo 4 del Tren Maya revitaliza zonas arqueológicas e instala Centros de Atención a Visitantes.

El avance del Tren Maya es una prueba palpable de la dedicación de la Secretaría de Cultura de la administración mexicana y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la preservación y el estudio de la riqueza patrimonial prehispánica de la nación.

Además, evidencia cómo estas entidades gubernamentales respaldan la aspiración colectiva de los mexicanos por un país equitativo y justo, que fomente “el bienestar para todos y cada uno”.

Este compromiso lo enfatizó el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, durante su intervención en la conferencia de prensa matutina del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, donde se detallaron los progresos del tramo 4 del Tren Maya, una iniciativa prioritaria que conecta las ciudades de Izamal, en Yucatán, y Cancún, en Quintana Roo.

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Tramo 4 del Tren Maya Revitaliza Zonas Arqueológicas

En este sector, que comprende 239 kilómetros de ruta ferroviaria, las autorizaciones de construcción por parte del INAH ya han sido otorgadas para el trazado principal del ferrocarril, así como para las construcciones adicionales: estaciones, paradas, pasos para la fauna y otros proyectos como la mejora de la autopista Mérida-Cancún.

Hasta el 12 de junio de 2023, especificó el antropólogo Prieto, en el tramo 4 del Tren Maya se han identificado y conservado 4,228 bienes inmuebles históricos; 570 objetos de tipo mueble, como fragmentos de cerámica o metates; 42,617 fragmentos cerámicos; 16 tumbas humanas y 110 características naturales asociadas a la presencia de grupos del gran legado civilizatorio maya.

Tramo 4 del Tren Maya Revitaliza Zonas Arqueológicas

Prieto también resaltó que este segmento, gracias al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (PROMEZA), está enfocándose en dos lugares de inmenso valor patrimonial y turístico: Chichén Itzá y Ek’ Balam.

Chichén Itzá, un emplazamiento reconocido en 1988 como Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, presenta un 95% de progreso en las labores de conservación de los monumentos más emblemáticos de la zona accesible: el Juego de Pelota, el Cenote Sagrado, el Castillo y la Iglesia, así como los templos de los Jaguares, Norte, de los Guerreros, de las Mesas, de las Monjas y de Venus.

En las áreas de Chichén Itzá próximas a abrir al público, como el conjunto arquitectónico Serie Inicial o Chichén Viejo, se reporta un 89% de avance en cuanto a renovación importante y exploraciones.

Otras labores en Chichén Itzá incluyen las edificaciones del museo del sitio, que reportan un 25% de progreso, y del Centro de Atención a Visitantes (Catvi), que actualmente tiene un 22% de avance constructivo.

Al referirse a la Zona Arqueológica de Ek’ Balam, también situada en Yucatán, el responsable del INAH señaló que, como resultado del PROMEZA, se ha logrado un progreso del 70% en la investigación y preservación del Juego de Pelota, la Estructura 14, los relieves y los paneles de la Plaza Este, del Patolli y de la Acrópolis.

En colaboración con la empresa ICA, se están afinando los últimos detalles para comenzar la construcción del Catvi correspondiente a Ek’ Balam.

Durante la rueda de prensa matutina de la Presidencia de México, se destacó también la entrega, efectuada el 11 de junio de 2023, en el Complejo Cultural Los Pinos, en la Ciudad de México, del Premio Carlos Montemayor 2023 al etnólogo e investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, Leonel Durán Solís.

Este reconocimiento, afirmó el antropólogo Prieto Hernández, se otorga a individuos que, al igual que Leonel Durán o el propio Carlos Montemayor, han respaldado a los grupos y movimientos que luchan por la justicia social y que han defendido a las comunidades indígenas y afrodescendientes de nuestro país.

La labor de conservación y promoción de la riqueza cultural en los sitios arqueológicos más destacados del Tren Maya, como Chichén Itzá y Ek’ Balam, refleja el compromiso sostenido del gobierno mexicano con la preservación de su patrimonio.

Al mismo tiempo, es un poderoso recordatorio de que, en su viaje hacia una sociedad más equitativa y justa, México sigue teniendo la capacidad y la determinación de respetar y celebrar su pasado histórico mientras abraza el progreso y la innovación del futuro.